Amante del campo y criado en un ambiente rural, soy un enamorado de los perros, el campo y la caza, he trabajado en diferentes líneas de perros buscando la funcionalidad, sin perder su estética, sobre todo con los bracoides.

 

Soy persona que no concibo la caza sin perro,  como fiel compañero y elemento fundamental de nuestra vida.

 

En cuanto a las líneas de caza menor he contado con bretones,  “John” , mi primer perro, bretón-cruzado, especialista en  el agua y la perdiz, braco alemán, “Duna” hembra con cualidades en todo tipo de caza, pero con su carácter nervioso, Bracos de Weimar, “Cala”, “Greta”, “Anibal” etc, indudablemente el perro más bello que puede existir, pero con sus mezcolanzas de sangres de trabajo y belleza y con un carácter muy extraño en situaciones difíciles  y por fin y en  último lugar, los bracos húngaros (Magyar Vizsla), raza que hasta la fecha me parece la perfecta en todo los sentidos compañía y caza.

 

También me introduje en el campo de la caza mayor, ahora tan amplio y extendido, de la que fuí co-propietario de una rehala,  había que buscar siempre la compenetración  en el lance, agarre, rastro o gran busca, terreno de amplio mestizaje.

 

El inicio en esta raza con la adquisición de Akachan (Nerón), originario del criadero “Valledoslobos”, viendo tanto su belleza, obediencia, su docilidad y sobre todo su versatilidad para la caza, quedé prendado de ellos.

 

Raza que iré evolucionando con el tiempo y siguiendo consejos de grandes personas, cazadores y enamorados  de los Vizslas, que día a día me aportan con sus continuos comentarios e información .

 

La situación cinegética que vivimos requiere un perro, de recorrido corto, físicamente fuerte, buen cobrador, muestra firme. Al igual que han variado la industria armamentística, munición, como formas de caza porque no lo iba a varias las razas de perros. yo me digo que para cada terreno y  para cada modalidad  de caza  requiere un tipo de perro, es difícil encontrar un perro que pueda ser notable en todo, creo que con los Vizslas se puede llegar a ello. Y si a esto le añadimos el componente de su belleza y dulzura dentro del ambiente familiar. Qué más se puede pedir ¡¡¡